Actualmente no existe una cura conocida para el linfedema, pero el tratamiento temprano y adecuado puede ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas que lo padecen. El tratamiento del linfedema se centra en reducir la hinchazón, prevenir las complicaciones y mejorar la función de la extremidad afectada.
El linfedema es una acumulación de líquido linfático en los tejidos, lo que provoca hinchazón y aumento de tamaño en la zona afectada. La linfa es un líquido claro que circula por el sistema linfático y ayuda a eliminar los desechos y las toxinas del cuerpo. El linfedema puede ocurrir cuando el sistema linfático no funciona correctamente y no puede drenar la linfa de manera adecuada, lo que puede ser causado por diferentes razones, incluyendo:
- Cirugía: La cirugía para extirpar los ganglios linfáticos puede dañar el sistema linfático y reducir su capacidad para drenar la linfa, lo que puede llevar al desarrollo de linfedema.
- Radioterapia: La radioterapia puede causar cicatrización y daño en los tejidos, lo que puede afectar el flujo de la linfa y provocar linfedema.
- Infecciones: Las infecciones que afectan el sistema linfático, como la filariasis, pueden dañar los vasos linfáticos y provocar linfedema.
- Obesidad: El exceso de peso puede aumentar la presión en los vasos linfáticos, lo que puede dificultar el flujo de la linfa y provocar linfedema.
- Lesiones: Las lesiones que afectan el sistema linfático pueden dañar los vasos linfáticos y provocar linfedema.
El linfedema puede ocurrir en diferentes partes del cuerpo, como las piernas, los brazos, la cara y el cuello, y puede ser un efecto secundario a largo plazo de algunos tratamientos contra el cáncer.
Síntomas de padecer linfedema
Los síntomas del linfedema pueden variar, pero generalmente incluyen hinchazón y sensación de pesadez en una extremidad, que pueden empeorar con el movimiento o después de períodos prolongados de inactividad. Otros síntomas pueden incluir:
- Dolor o sensación de ardor en la extremidad afectada.
- Dificultad para mover o usar la extremidad afectada.
- Piel tensa en la extremidad afectada.
- Aumento de la circunferencia de la extremidad afectada.
- Engrosamiento de la piel en la extremidad afectada.
- Infecciones frecuentes de la piel en la extremidad afectada.
Si experimenta algunos de estos síntomas, es recomendable consultar con un profesional de la salud especializado en el diagnóstico y tratamiento del linfedema. El diagnóstico generalmente se realiza a través de una evaluación física y un historial médico completo, y en algunos casos pueden ser necesarias pruebas adicionales como ultrasonidos, tomografías computarizadas, resonancias magnéticas o estudios linfográficos.
Tratamiento durante el linfedema
La fisioterapia puede ser un tratamiento eficaz para reducir la hinchazón y el dolor asociados con el linfedema. El objetivo principal de la fisioterapia en el tratamiento del linfedema es mejorar la circulación linfática y reducir la acumulación de líquido linfático en los tejidos.
Drenaje linfático manual: El drenaje linfático manual es una técnica de masaje suave que se utiliza para estimular el flujo de la linfa a través de los vasos linfáticos y reducir la hinchazón.
Ejercicio terapéutico: El ejercicio puede ayudar a mejorar la circulación linfática y reducir la acumulación de líquido linfático. Los ejercicios específicos para el linfedema pueden incluir caminar, andar en bicicleta y natación.
Compresión: La compresión puede ayudar a reducir la hinchazón al aplicar presión en los tejidos afectados y mejorar la circulación linfática. Los vendajes y las prendas de compresión, como medias y mangas, pueden ser utilizados para ayudar a reducir el linfedema.
Elevación: La elevación de la extremidad afectada por encima del nivel del corazón puede ayudar a reducir la acumulación de líquido linfático.
Problemas derivados de sufrir linfedema
El linfedema es una condición crónica que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas que lo padecen.
La hinchazón es un síntoma común del linfedema y puede ser acompañada de dolor e incomodidad. La hinchazón puede dificultar la realización de las actividades cotidianas y afectar la movilidad y la función de la extremidad afectada.
De igual modo, las personas con linfedema tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones, ya que la acumulación de líquido en la extremidad afectada puede crear un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias y otros microorganismos.
Otro aspecto que puede verse afectado durante el linfedema es la limitación de movilidad de la extremidad afectada, lo que puede afectar la capacidad de realizar actividades cotidianas y disminuir la calidad de vida.
Además, sufrir linfedema puede tener un impacto emocional significativo en las personas que lo padecen, incluyendo ansiedad, depresión y estrés. Incluso puede provocar cambios en la apariencia física de la extremidad afectada, lo que puede afectar la autoestima y la confianza en uno mismo.
La temperatura, factor externo importante para el linfedema
Las temperaturas extremas, tanto el calor como el frío, pueden tener un impacto negativo en el linfedema y empeorar los síntomas. El calor puede aumentar la hinchazón al dilatar los vasos sanguíneos y linfáticos, lo que puede hacer que se acumule más líquido en la extremidad afectada. Por otro lado, el frío puede causar vasoconstricción y disminuir la circulación sanguínea y linfática, lo que también puede empeorar los síntomas del linfedema.
Por esta razón, se recomienda evitar las temperaturas extremas y tomar medidas para regular la temperatura corporal. Esto puede incluir vestir ropa adecuada para el clima, evitar bañarse o ducharse con agua muy caliente o muy fría, y evitar la exposición a temperaturas extremas en general.
Otras enfermedades con síntomas parecidos al linfedema
El linfedema puede ser confundido con otras afecciones que causan hinchazón y cambios en la piel de las extremidades. La trombosis venosa profunda, una afección en la que se forma un coágulo de sangre en una vena profunda de la extremidad, lo que puede provocar hinchazón y dolor. En el lipedema el dolor y la hinchazón están provocados por una acumulación anormal de grasa en las extremidades inferiores.
Otros casos pueden ser la insuficiencia venosa crónica, que es una enfermedad en la que las válvulas en las venas de las piernas no funcionan correctamente, lo que puede provocar hinchazón, dolor y cambios en la piel. Y el edema por insuficiencia cardíaca, que puede provocar una acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo y su consecuente hinchazón en las extremidades.
Combinar entrenamiento de fuerza y aeróbico durante el linfedema
Tanto el ejercicio de fuerza como el ejercicio aeróbico pueden ser beneficiosos en el tratamiento del linfedema, es importante que cualquier programa de ejercicio se adapte a las necesidades individuales del paciente y se realice bajo la supervisión de un profesional de la salud capacitado, especialmente en casos de linfedema avanzado. Además, es recomendable que los pacientes con linfedema usen prendas de compresión durante el ejercicio para reducir el riesgo de complicaciones.
El ejercicio aeróbico, como caminar, correr, andar en bicicleta o nadar, puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y linfática, reducir la inflamación y mejorar la capacidad cardiorrespiratoria. Este tipo de ejercicio también puede ayudar a aumentar el gasto energético, lo que puede ser importante en pacientes con linfedema que también tienen sobrepeso.
El ejercicio de fuerza isométrico puede ayudar a mejorar la circulación y el flujo linfático al aumentar la presión en los vasos sanguíneos y linfáticos, lo que puede reducir la hinchazón y mejorar la movilidad.
El ejercicio de fuerza, como levantar pesas o hacer ejercicios con resistencia, puede ayudar a fortalecer los músculos y mejorar la función linfática, lo que puede ayudar a reducir la hinchazón y mejorar la movilidad. Este tipo de ejercicio también puede ayudar a prevenir la pérdida muscular y la atrofia, que pueden ocurrir cuando la extremidad afectada no se usa con regularidad. Además ayudar a aumentar la masa muscular, mejorar la composición corporal y aumentar la tasa metabólica basal.