Toda familia quiere lo mejor para sus hijos y sus seres queridos, es por ello, que no podemos olvidar la seguridad alimentaria, y aún con mayor importancia en la época preconcepcional, gestacional y para toda la vida, si queremos tener una mejor salud y calidad de vida.
Si hablamos de seguridad alimentaria, no es algo a lo que las familias estén acostumbradas asiduamente, es cierto que sólo se preocupan algo en el momento que son conscientes que se encuentran embarazadas, y aun así no todas las familias se preocupan por informarse detalladamente del tema y de la importancia que puede tener la seguridad alimentaria en sus vidas.
Cuantas veces has oído decir a las personas la frase “pero si antiguamente esto no se sabía y no pasaba nada”, pero la realidad es otra, ya que ese desconocimiento y las carencias en seguridad alimentaria que tenían las familias, llevaban a enfermedades y patologías, que ellos nunca pudieron relacionar con lo que vamos a tratar a continuación.
Si nos regimos por la frase de “pero si antes…” hoy día no habría los adelantos en todos los ámbitos que tenemos en nuestra sociedad actual, cómo pueden ser el caso de los medios de transportes, electrodomésticos, medicamentos, etc. No conoceríamos el mundo tal cómo es a día de hoy.
Hoy vamos a centrar la atención de la seguridad alimentaria en una etapa de la vida de gran importancia para el ser humano, la etapa de la preconcepción y el periodo de gestación, en el cual surgen siempre muchas dudas sobre que podemos comer y cómo puede afectar esto a la salud del feto, e incluso la nuestra misma.
Podemos encontrarnos con numerosas enfermedades de transmisión alimentaria, las cuales pueden atacar directamente al feto, de aquí la importancia de la seguridad alimentaria. Hay microorganismos que tienen predilección por los tejidos fetales. Entre los microorganismos y enfermedades destacamos: Listeria Monocytogenes, Toxoplasmosis, Campylobacter, Clostridium perfringens, Escherichia Coli Entero Hemorrágico, Salmonella app, Yersinia Enterocolitica, Brucella spp.
Entre todas estas nombradas vamos a destacar algunas, y el resto las trataremos en otra ocasión, donde seguiremos recordando la importancia de la seguridad alimentaria.
Listeria Monocytogenes y seguridad alimentaria
El caso más grave recordado en la última década sobre este microorganismo se dio en Sevilla, concretamente con carne mechada contaminada, con 216 afectados, de los cuales 11 eran embarazadas y 5 de ellas perdieron a sus bebés, por ello de la importancia que tiene la seguridad alimentaria en nuestras casas y en la industria alimentaria.
En personas sanas produce síntomas gastrointestinales y fiebre, pero en los grupos de riesgo es otro cantar. En el caso de las mujeres gestantes, se ven afectadas por el ataque a los tejidos fetales produciendo malformaciones, abortos o partos prematuros, es por ello que la seguridad alimentaria nos ayuda a su prevención.
Estamos ante una bacteria que puede contaminar todo tipo de alimentos, es capaz de formar biofilms, el cual le protege de los métodos de limpieza y desinfección, siendo muy resistente y peligrosa. Pueden multiplicarse, incluso a temperaturas de refrigeración. Siendo muy peligrosa en nuestra nevera contaminando todo alimento listo para el consumo sin tratamiento térmico. Es por ello de la importancia que tiene la desinfección y la limpieza teniendo que ser eficiente y de calidad, cómo parte de la seguridad alimentaria.
Para que la seguridad alimentaria sea útil, se deben seguir unas normas de higiene básicas en la manipulación de alimentos. Cómo pueden ser:
- Cocinar los alimentos a temperaturas superiores a 77 grados durante varios minutos, ayuda a su eliminación.
- Los alimentos que requieran conservarse en refrigeración deberán mantenerse a temperaturas inferiores a 5ºC.
- Mantener la limpieza en el lugar de preparación de los alimentos, limpiando constantemente en el proceso de preparación y cocinado de los productos.
- Separar los alimentos crudos de los cocinados, no estando juntos. Cocinar completamente los alimentos. Y mantener los alimentos a temperaturas seguras siempre.
Y con estos pequeños gestos de seguridad alimentaria nos facilitará la lucha contra la listeria.
Toxoplasmosis y seguridad alimentaria
La toxoplasmosis es una enfermedad causada por el parásito Toxoplasma gondii. Esta puede afectar al feto y aún más en el primer trimestre de gestación. Estamos ante una infección que se encuentran en personas, animales y aves.
La toxoplasmosis puede provocar diversos síntomas como son ganglios inflamados, dolor muscular, fatiga, fiebre, dolor de garganta y salpullido
Podemos decir que lo normal es que no genere muchos problemas a la salud de las personas, pero en el caso de las gestantes es otra cosa. Puede causar en las gestantes daño cerebral y deficiencias en la vista del feto. Es por ello de la importancia de prevenir, y de la seguridad alimentaria.
Para saber si se ha contraído anteriormente esta enfermedad, se requiere un análisis específico, y de esta forma se sabe si se es inmune, ya que la persona que pasa esta infección, se vuelve inmune y no puede contraerlo nuevamente, de esta forma no puede transmitirlo al feto.
De no tener en cuenta la seguridad alimentaria, se puede contraer con carne infectada sin cocinar o realizando tareas que pueden llevar a estar en contacto con las heces de gatos. No es necesario deshacerse de los gatos, si se tienen como mascota, pero si evitar que las heces estén en contacto con cualquier alimento, limpiar el cajón de arena del gato con guantes y llevar un buen lavado y desinfección de manos. Lavar y desinfectar las manos y cualquier recipiente o utensilio que tenga contacto con carne, pescado, frutas y verduras crudas. Evitar carnes deshidratadas, carnes crudas o poco hechas, desinfectar las frutas y verduras para consumo en crudo, no consumir aguas que sean de dudoso control sanitario, estas son algunas herramientas y consejos de seguridad alimentaria.
Consejos y recomendaciones para mayor seguridad en seguridad alimentaria
- Lavarse las manos con jabón y agua caliente, más de 20 segundos, antes y después de la manipulación de alimentos, tras su contacto con cualquier material sucio (residuos, pañales, animales, tras estar en el baño, etc.)
- Lavar siempre a fondo las manos, las superficies y los utensilios de cocina utilizados tras manipular carne, pescado, aves de corral, frutas, vegetales no lavados y cualquier alimento crudo.
- Guardar los alimentos cocinados en el refrigerador el menor tiempo posible, cerrados y consumir lo antes posible. Los alimentos cocinados mantenerlos alejados de los quesos, y alimentos crudos. Hay que realizar comprobaciones de temperaturas de los frigoríficos, siempre a 4ºC o menor.
- Lavar las frutas y hortalizas crudas. Utiliza lejía alimentaria con agua, una disolución de una cucharada de café por litro de agua, dejar actuar 10 minutos y enjuagar con abundante agua potable.
- Cocina los alimentos por encima de los 77ºC.
- La Listeria no se destruye en su congelación.
- Nada de aguas que no sean controladas sanitariamente.
Las carencias en seguridad alimentaria llevaban a enfermedades y patologías que ahora sabemos relacionarlas
¿Qué debo evitar comer para mantener una seguridad alimentaria?
- En el jamón congelado tenemos menos peligro de contraer toxoplasmosis, pero si riesgo de listeria.
- Evitar consumir productos lácteos no pasterizados, productos cárnicos listos para el consumo como jamón cocido o paté refrigerado, así como pescado ahumado.
- Nada de embutidos, quesos frescos, fiambres de corte (sólo si se le da tratamiento térmico elevado antes del consumo).
- No consumir brotes
- No consumir ensaladas y frutas fuera de casa que no estén desinfectadas correctamente.
- No consumir carne cruda, al punto, o poco hecha.
- Nada de anchoas, cremas frías, ni salmorejos sin pasteurizar.
- No consumir alimentos preparados que no estén congelados o sin pasteurizar.
- No consumir carnes mechadas, pollos ya elaborados y envasados listos para ensaladas (si queremos usarlos dar tratamiento térmico pertinente), nada de hígados, nada de patés, por el alto contenido en vitamina A.
- Los huevos solo se podrán consumir totalmente cuajados, por supuesto la yema de huevo tiene que estar cuajada en su totalidad.
- Es de crucial importancia que los huevos se casquen en un recipiente en el que no sea el mismo donde vamos a verterlos.
- Nada de elaboraciones con huevo poco cocinado o crudo, ya sea en salado o dulce (ante la duda preguntar siempre).
- No consumir salsas cómo la mahonesa casera, sólo salsas con huevo pasteurizado.
- El consumo de todo aquello que sea o contenga lácteo ha de ser pasteurizado.
- No consumir quesos de pasta blanda como pueden ser el queso Brie, Camembert, quesos blandos, quesos frescos, queso mozzarella, quesos azules, cabrales, roquefort, queso rallado o loncheado, ya sean envasados. Se pueden consumir si se añaden a los platos calientes y llega a las temperaturas térmicas elevadas adecuadas. Nada de quesos sin tratamientos térmicos, sea cual sea.
- No consumir ostras, cebiches, sushi, nada poco cocinado o crudo.
- Nada de ahumados, ni marinados.
- Se puede consumir marisco y pecado enlatado y congelado.
La seguridad alimentaria es un tema crucial durante el embarazo, ya que una adecuada nutrición y selección de alimentos son fundamentales para la salud y el desarrollo tanto de la madre como del feto