El estreñimiento puede afectar más que tu sistema digestivo; puede influir en tu bienestar general. En este artículo, exploraremos cómo atacar el estreñimiento desde la anatomía, centrándonos en aspectos clave como el suelo pélvico y la respiración diafragmática. ¿Listo para mejorar tu salud desde adentro hacia afuera?
El estreñimiento es una condición común que afecta el sistema digestivo y se caracteriza por la dificultad para evacuar regularmente. Cuando una persona experimenta estreñimiento, sus heces suelen ser duras y secas, lo que hace que el proceso de evacuación sea incómodo.
El estreñimiento se produce cuando el proceso de movimiento de los alimentos a través del sistema digestivo se ralentiza, lo que resulta en una absorción excesiva de agua en el colon. Esta absorción adicional de agua causa que las heces se vuelvan más duras y secas, dificultando su paso a través del recto y, por ende, generando dificultades para la evacuación.
La acción coordinada de los músculos iliacos y el suelo pélvico durante la exhalación ayuda a promover la relajación muscular necesaria para una evacuación intestinal eficiente
Durante el estreñimiento, el suelo pélvico puede experimentar diversas tensiones y cambios que contribuyen a la incomodidad asociada con esta condición. El suelo pélvico es un conjunto de músculos, ligamentos y tejidos que sostienen los órganos en la pelvis, incluyendo la vejiga, el útero (en mujeres) y el recto.
Cuando hay dificultades para evacuar, los músculos del suelo pélvico pueden contraerse excesivamente en un intento de contener las heces. Esta contracción prolongada puede generar tensión y malestar. El suelo pélvico necesita relajarse para permitir un paso fluido de las heces. Sin embargo, durante el estreñimiento, esta relajación puede verse comprometida, lo que contribuye a la dificultad para evacuar.
El esfuerzo constante para evacuar las heces endurecidas puede generar presión adicional sobre los órganos pélvicos, incluyendo la vejiga y el útero, causando incomodidad. La presión continua puede afectar los músculos de apoyo del suelo pélvico, debilitándolos con el tiempo y contribuyendo a problemas como la incontinencia urinaria.
La tensión en el suelo pélvico puede interferir con la capacidad de controlar la micción, especialmente en situaciones de estreñimiento crónico. El esfuerzo constante y la tensión pueden aumentar la propensión a los prolapsos pélvicos, donde los órganos pueden desplazarse de su posición normal.
El suelo pélvico y el sistema digestivo están conectados emocionalmente. El estrés mental puede manifestarse en el suelo pélvico, afectando la relajación muscular y contribuyendo al estreñimiento. Dada la interconexión entre el suelo pélvico y el estreñimiento, la rehabilitación del suelo pélvico a través de ejercicios específicos puede ser beneficiosa. Estos ejercicios buscan fortalecer y relajar los músculos del suelo pélvico, mejorando así la función general y reduciendo la tensión asociada con el estreñimiento.
Al atacar el estreñimiento desde la anatomía, abrazamos un enfoque holístico para mejorar la salud general a través de pequeños cambios que originan un gran impacto
En una respiración diafragmática la acción de exhalar tiene un impacto significativo en el movimiento de los músculos iliacos, que a su vez puede influir en la orientación del suelo pélvico. Al exhalar, los músculos iliacos, ubicados en la región de la pelvis, tienden a contraerse y realizar un movimiento específico. Este movimiento, conocido como inclinación pélvica posterior, tiene el efecto de colocar al suelo pélvico en una orientación concéntrica.
Durante la exhalación, los músculos iliacos se contraen, tirando hacia abajo de la parte frontal de la pelvis. Esta contracción genera un movimiento de rotación en la pelvis, llevando la parte superior del hueso ilíaco hacia atrás y abajo.
La inclinación pélvica posterior coloca al suelo pélvico en una posición más concéntrica, donde los músculos se acercan entre sí. Esta orientación favorece la apertura del canal anal y facilita el descenso de las heces a través del tracto intestinal.
La orientación concéntrica del suelo pélvico, inducida por la exhalación y la contracción de los iliacos, reduce la resistencia al paso de las heces. Al facilitar la apertura del canal anal, se crea un camino más libre para el movimiento de las heces, lo que puede ser beneficioso en casos de estreñimiento.
Es esencial destacar que la técnica de exhalación consciente y la comprensión de la interacción entre los músculos iliacos y el suelo pélvico pueden ser elementos clave para abordar problemas relacionados con la evacuación intestinal y mejorar la salud del sistema digestivo.
Incorpora alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, legumbres y granos enteros, ya que agregan volumen a las heces y facilita su paso por el intestino. Además mantenerse bien hidratado suaviza las heces y promueve un tránsito intestinal más fluido.
La angulación de entre 60-35 grados de cadera al evacuar con el uso de un banco para los pies es una técnica que imita la posición natural de cuclillas y puede facilitar la evacuación.
Al colocar un banco pequeño o un taburete frente al inodoro, y sentarse sobre el inodoro, las rodillas quedarán más altas que las caderas, con una inclinación del tronco suave descansando los antebrazos sobre las rodillas, dejando una curvatura en la espalda completa, los músculos del suelo pélvico tienden a relajarse más, facilitando el paso de las heces. Esta posición ayuda a abrir el ángulo entre el recto y el ano, lo que puede facilitar la evacuación.
El ejercicio de fuerza mejora el movimiento de las heces en el tracto intestinal principalmente gracias a la activación de los músculos abdominales y del suelo pélvico. Durante la contracción y relajación de estos grupos musculares, se estimula el peristaltismo, el movimiento ondulante que impulsa las heces a lo largo del intestino.
Además, el fortalecimiento de los músculos abdominales proporciona un soporte más efectivo para los órganos internos, favoreciendo la regularidad intestinal. Este tipo de actividad física también contribuye a reducir el estrés, un factor que puede afectar negativamente la función intestinal. En conjunto, el ejercicio de fuerza se presenta como un componente integral para mantener un sistema digestivo saludable y prevenir problemas como el estreñimiento.
¿Puedo prevenir el estreñimiento con cambios en la dieta?
Sí, una dieta rica en fibra y bien equilibrada es clave para prevenir el estreñimiento.
¿La respiración diafragmática realmente mejora la digestión?
Absolutamente, la respiración diafragmática favorece una mejor función intestinal. De hecho hemos mencionados ejemplos prácticos cómo ayuda a evacuar.
¿Todos los ejercicios para el suelo pélvico son adecuados para hombres?
Sí, muchos ejercicios son beneficiosos tanto para mujeres como para hombres.
¿Cuánto tiempo debo dedicar a los ejercicios diarios para ver resultados?
Con solo 5-10 minutos al día, puedes experimentar mejoras significativas.
¿La conexión mente-cuerpo realmente impacta en la salud digestiva?
Sí, una mente tranquila a través de la respiración puede mejorar la digestión y prevenir el estreñimiento.
Al abordar el estreñimiento desde la anatomía, estamos dando pasos significativos hacia un bienestar óptimo
¡Inténtalo y descubre la diferencia!
