Las varices son un problema común que afecta a muchas personas en todo el mundo. Estas venas hinchadas y retorcidas en las piernas pueden ser dolorosas y, en ocasiones, pueden incluso representar un riesgo para la salud. Afortunadamente, existen métodos efectivos para aliviar y tratar las varices, y uno de los enfoques más prometedores es la fisioterapia y el tratamiento activo. En este artículo, exploraremos en detalle cómo la fisioterapia y un enfoque de tratamiento activo pueden ayudar a aliviar las varices y mejorar la calidad de vida.
Las varices son venas agrandadas y retorcidas que suelen aparecer en las piernas. Esto ocurre cuando las válvulas en las venas no funcionan correctamente, lo que provoca que la sangre se acumule y las venas se ensanchen. Las varices son más comunes en las piernas debido a la presión que soportan al estar de pie o caminar. A menudo se asocian con síntomas como dolor, hinchazón, picazón y fatiga en las piernas.
El ejercicio de fuerza puede aliviar los síntomas asociados con las varices, como dolor, pesadez y fatiga en las piernas
Antes de abordar cómo aliviar las varices, es importante comprender los factores de riesgo y las causas subyacentes. Algunos de los factores que aumentan el riesgo de desarrollar varices incluyen:
Si tienes antecedentes familiares de varices, es más probable que las desarrolles.
A medida que envejecemos, nuestras venas pueden perder elasticidad y funcionar menos eficazmente.
Las mujeres son más propensas a desarrollar varices que los hombres, posiblemente debido a cambios hormonales.
La falta de actividad física, estar de pie o sentado durante largos períodos y la obesidad pueden aumentar el riesgo de varices.
El embarazo ejerce presión adicional en las venas, lo que puede llevar al desarrollo de varices.
La fisioterapia desempeña un papel crucial en el tratamiento de las varices al mejorar la circulación sanguínea y fortalecer las venas. Aquí hay algunas formas en que la fisioterapia puede ayudar:
Los ejercicios específicos pueden mejorar el flujo sanguíneo y fortalecer las piernas, reduciendo así la presión sobre las venas. El entrenamiento de fuerza puede ofrecer varios beneficios para las personas que padecen varices.
Al fortalecer los músculos mejora el retorno venoso. Esto significa que la sangre fluye con mayor eficacia desde las extremidades inferiores hacia el corazón, reduciendo la acumulación de sangre en las venas y, por lo tanto, disminuyendo la presión sobre ellas. Además estimula el sistema linfático, que juega un papel importante en la eliminación de líquidos y desechos del cuerpo.
Si bien el entrenamiento de fuerza no eliminará las varices existentes, puede ayudar a prevenir que empeoren. Al mejorar la circulación y fortalecer los músculos, se reduce el riesgo de complicaciones y de que aparezcan más varices.
Los masajes pueden aliviar el dolor y la incomodidad asociados con las varices, los más comunes son:
Drenaje linfático manual: Este tipo de masaje se enfoca en estimular el sistema linfático, que es esencial para eliminar el exceso de líquido de los tejidos. Ayuda a reducir la hinchazón y la retención de líquidos asociada con las varices.
Masaje terapéutico: Un masaje terapéutico se realiza para aliviar el dolor y la tensión en las piernas. Puede incluir movimientos suaves y presión controlada en las áreas afectadas por las varices.
Masaje circulatorio: Este tipo de masaje se centra en mejorar la circulación sanguínea en las piernas. Los movimientos del masaje ayudan a que la sangre fluya más eficazmente, reduciendo así la presión sobre las venas.
Los vendajes de compresión aplicados por un fisioterapeuta pueden ayudar a mejorar la circulación y reducir la hinchazón. Existen diferentes tipos de vendajes de compresión, y su elección depende de la gravedad de las varices y la evaluación del profesional de la salud.
Los vendajes de compresión de corta duración: estos son vendajes elásticos que se utilizan para proporcionar compresión inmediata y alivio temporal de los síntomas. Son adecuados para situaciones específicas, como después de una cirugía o una lesión.
Vendajes de compresión de largo plazo: estos vendajes están diseñados para un uso continuo y constante. Son más gruesos y ofrecen una compresión sostenida. Son ideales para el tratamiento y la prevención de varices.
Es esencial seguir las indicaciones de aplicación y cuidado de los vendajes para asegurarse de que sean efectivos y cómodos.
Además de la fisioterapia, la gestión de las varices puede ser más llevaderas con algunas estrategias de tratamiento activo:
Llevar una vida activa, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable y evitar estar de pie o sentado durante largos períodos son pasos clave. Existen otros secundarios como mantener la piel hidratada, calzado confortable, y buscar una salud intestinal adecuada para evitar el estreñimiento.
El uso de medias de compresión puede ayudar a mejorar la circulación y aliviar los síntomas de las varices. También un vendaje de compresión puede conseguir el mismo efecto pero en mayor intensidad.
Escleroterapia, procedimiento que implica la inyección de una solución en las venas afectadas para cerrarlas y redirigir el flujo sanguíneo, Ablación por radiofrecuencia o láser endovenoso, Flebectomía o Cirugía por bypass venoso siempre bajo prescripción médica.
La elección del tipo y la zona de vendaje de compresión dependerá de la ubicación y la gravedad de las varices, así como de las recomendaciones del profesional de la salud
La fisioterapia es beneficiosa para las personas que sufren varices, el tratamiento promueve un entorno más favorable para el retorno venoso. El uso de la terapia manual, la radiofrecuencia y la electroestimulación ayudan a mejorar este aspecto.
Los resultados pueden variar, pero algunas personas experimentan alivio de los síntomas desde las primeras sesiones de tratamiento.
El tratamiento activo puede acabar con el problema si el problema tiene origen estrés posicional, en cualquier caso el tratamiento activo es compatible con cualquier otro tipo de tratamiento médico.
Sí, en muchos casos, la fisioterapia se utiliza en combinación con otros tratamientos médicos para lograr los mejores resultados.
El nivel de incomodidad varía según el tratamiento. Algunos procedimientos pueden causar molestias leves, pero esto generalmente es temporal y manejable.
Aliviar las varices con fisioterapia y tratamiento activo es una opción efectiva que puede mejorar la calidad de vida de quienes las padecen. Combinar estos enfoques con una atención médica adecuada y la adopción de un estilo de vida saludable puede marcar la diferencia. Si sufres de varices, no dudes en buscar la ayuda de un fisioterapeuta y un especialista en venas para abordar tus necesidades específicas.
