La coxigodinia  o coccigodinia es un trastorno doloroso que afecta el área del cóccix, el hueso pequeño ubicado en la parte inferior de la columna vertebral. Puede ser causada por diferentes factores, como traumatismos, caídas, partos difíciles o incluso por una postura inadecuada durante largos períodos de tiempo.

¿Qué es la coxigodinia?

La coxigodinia se refiere al dolor crónico o agudo en el cóccix. Los síntomas pueden variar desde una leve molestia hasta un dolor intenso que dificulta las actividades diarias. Además del dolor en el área del cóccix, algunos pacientes pueden experimentar incomodidad al sentarse, levantarse o al realizar movimientos que ejerzan presión en la región.

Tanto las terapias pasivas y activas pueden ser complementarias en el tratamiento de la coxigodinia. Las terapias pasivas pueden proporcionar un alivio inmediato del dolor, mientras que las terapias activas abordan las causas subyacentes y promueven la rehabilitación a largo plazo. La elección entre terapias pasivas y activas dependerá de las necesidades y preferencias individuales de cada paciente, así como de la evaluación y recomendación de un profesional de la salud.

la gravedad de las molestias al sentarse puede variar de una persona a otra y dependerá del grado de inflamación y sensibilidad del cóccix, así como de otros factores individuales

La terapia pasiva para el tratamiento de la coxigodinia

Los tratamientos pasivos utilizados como parte del manejo de la coxigodinia están diseñados para aliviar los síntomas y promover la curación sin requerir una participación activa del paciente.

La terapia manual para aliviar los síntomas de la coxigodinia ayuda a relajar los músculos tensos, y con ello reducir el dolor, a través de las técnicas de masaje específicas de fisioterapia en la región lumbo-pélvica por vía superficial y/o rectal, la punción seca de los puntos gatillos en la musculatura glútea, las técnicas de liberación miofascial, tanto de los músculos del suelo pélvico como de piramidal y glúteos, y el vendaje funcional para mantener la posición.

Algunas personas pueden beneficiarse de la manipulación vertebral realizada por un quiropráctico o fisioterapeuta especializado. Esta técnica consiste en aplicar movimientos controlados y precisos en la columna vertebral para corregir desalineaciones o disfunciones articulares que puedan contribuir a la coxigodinia.

Los contrastes de temperatura a través de compresas calientes, almohadillas térmicas en el caso de aplicación de calor, o compresas frías envueltas en un paño para evitar quemaduras por frío directo en el caso del frío. El calor localizado en el área afectada puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación debido al aumento del flujo sanguíneo, la relajación los músculos y el alivio consecuente de la rigidez en la zona del cóccix. Mientras que el efecto del frío ayuda a disminuir la actividad nerviosa y a adormecer la zona dolorida.

Tratamiento activo mediante el ejercicio terapéutico de la coxigodinia

El ejercicio terapéutico desempeña un papel fundamental en el tratamiento de la coxigodinia. Al emplear programas de ejercicio específicamente diseñados, podemos abordar los desequilibrios musculares, mejorar la flexibilidad y fortalecer la musculatura de la región lumbo-pélvica, lo que contribuye a reducir el dolor y a promover una mejor función y movilidad.

• Fortalecimiento de los músculos del área lumbo-pélvica: Mediante ejercicios específicos, podemos fortalecer los músculos que rodean el cóccix, lo que proporciona una mayor estabilidad y soporte a la región afectada.
• Mejora de la flexibilidad: La coxigodinia a menudo se asocia con rigidez y falta de movilidad en la zona. Los ejercicios de estiramiento y movilidad ayudan a incrementar la flexibilidad y a reducir la tensión en los tejidos circundantes.
• Corrección de desequilibrios musculares: La musculatura de la región lumbar y pélvica puede presentar desequilibrios, lo que puede contribuir al desarrollo y persistencia del dolor. El ejercicio terapéutico dirigido a estos desequilibrios ayuda a restaurar un equilibrio adecuado y a mejorar la biomecánica de la zona.
• Estimulación de la circulación sanguínea: El ejercicio terapéutico aumenta la circulación sanguínea en el área afectada, lo que promueve la oxigenación de los tejidos y facilita el proceso de curación.
• Promoción de la relajación: Al realizar ejercicios de relajación y técnicas de respiración, podemos aliviar la tensión muscular y mejorar la capacidad de afrontamiento del dolor.

La presión intraabdominal el un aliado en el tratamiento de la coxigodinia

Reestablecer la presión intraabdominal puede ser beneficioso en el tratamiento de la coxigodinia, ya que puede ayudar a estabilizar la región lumbo-pélvica y reducir la carga sobre el cóccix.

El primer paso  es a través de una respiración diafragmática profunda, que implica inhalar y exhalar usando el diafragma, el músculo principal de la respiración. Esta técnica ayuda a fortalecer el diafragma y a activar los músculos abdominales profundos, contribuyendo a una mejor estabilización de la región lumbo-pélvica.

Además, los músculos del suelo pélvico, como el músculo pubocoxígeo, desempeñan un papel importante en la estabilización de la región lumbo-pélvica. Realizar ejercicios de contracción y relajación de los músculos del suelo pélvico, por ejemplo los ejercicios de Kegel o Hipopresivos, pueden ayudar a fortalecer esta musculatura y mejorar la presión intraabdominal.

Trabajar en la estabilización de la región lumbo-pélvica mediante ejercicios específicos puede ayudar a reestablecer la presión intraabdominal. Ejercicios como el «bridging» o el «bird dog» pueden fortalecer los músculos estabilizadores de la columna y el abdomen, contribuyendo a una mejor función y soporte de la zona afectada.

Un entrenamiento global enfocado a promover la movilización del cuerpo de forma progresiva para buscar amplias posibilidades de movimiento de todas las articulaciones, estimulando los distintos sistemas energéticos, y generando tensión muscular para potenciar la masa magra.

evalúa tu condición con un diagnóstico preciso, utiliza las estrategias de manejo del dolor, ejercicios terapéuticos y modificaciones en la postura para ayudarte a aliviar las molestias al sentarte.

El infierno de permanecer sentado sufriendo por la coxigodinia

La coxigodinia puede causar molestias intensas al estar sentado debido a varios factores:

1. Presión directa sobre el cóccix: Al sentarse, el peso corporal se concentra en el área del cóccix. Si el cóccix está inflamado, lesionado o experimenta sensibilidad debido a la coxigodinia, la presión ejercida al sentarse puede agravar los síntomas y causar dolor.

2. Compresión de los nervios y tejidos circundantes: El cóccix se encuentra rodeado de nervios y tejidos, incluyendo los músculos y los ligamentos. Cuando se sienta, estos tejidos pueden comprimirse y ejercer presión sobre los nervios, lo que puede desencadenar dolor y molestias.

3. Falta de soporte adecuado: Una postura incorrecta al sentarse, como encorvarse o no utilizar un soporte adecuado para la espalda, puede aumentar la presión sobre el cóccix y empeorar el malestar. La falta de un cojín o superficie acolchada también puede contribuir a la incomodidad.

4. Estrés en los músculos circundantes: La coxigodinia puede provocar cambios en la forma en que los músculos de la región lumbo-pélvica se contraen y se relajan. Esto puede llevar a la aparición de desequilibrios musculares y una mayor tensión en los músculos que rodean el cóccix. Al sentarse, estos músculos pueden tensarse aún más, causando dolor adicional.

Es importante señalar que la gravedad de las molestias al sentarse puede variar de una persona a otra y dependerá del grado de inflamación y sensibilidad del cóccix, así como de otros factores individuales. Si experimentas molestias significativas al estar sentado debido a la coxigodinia, es recomendable buscar la opinión de un profesional de la salud, como un fisioterapeuta o readaptador.