Mareos cervicales: síntomas, diagnosis y enfoque terapéutico
¿Qué son y síntomas de los mareos cervicales?
Un dolor de cuello con equilibrio alterado añadido puede definirse como mareo cervical, lo cual desencadena en una disfunción de las cervicales.
El mareo cervical o mareo cervicogénico tiene como sintomatología alteración de la musculatura cervical, tendones o articulaciones de las cervicales, incluso por una insuficiencia circulatoria en la región cervical.
El origen de la molestia cervical está relacionado con inflamación acompañado de obstrucción parcial de la circulación de las arterias vertebrales, logrando ocasionar indicios como desequilibrio, aturdimiento, inestabilidad principalmente al mover el cuello, generando presión en la parte occipital, cefalea, entumecimiento y contrariedad para conciliar el sueño.
¿Cómo surgen los mareos cervicales?
El latigazo cervical (flexión – extensión de forma brusca o repentina), artritis cervical, artrosis en las cervicales, espasmos y rigidez en los músculos propios del cuello, hernias cervicales y traumatismos.
Las postura poco ergonómica deforma mantenida se convierte en el mejor aliado para los mareos cervicales. Un mal posicionamiento prolongado en el tiempo es la principal causa desencadenante.
¿Cuánto puede durar el mareo cervical?
Los principales síntomas pueden alargarse entre unos pocos minutos a horas, o incluso en el peor de los casos, hasta días. De ahí la importancia en consultar con un fisioterapeuta para acortar tiempos de sufrimiento de dolor.
¿Cómo puedes detectar si sufres mareo cervical?
Como bien su nombre sugiere las personas perjudicadas muestran mareos, que se acusa con determinados movimientos de la cabeza, con una percepción del entorno en movimiento. Por consiguiente, los pacientes con mareos cervicales tienen una sensación de desequilibrio general. Estos mareos cervicales van acompañados de dolor cefáleo, de forma intensa, con desorientación y perspectiva confusa de la visión. El rango de movimiento (ROM) de la musculatura cervical está limitado de forma ostensible. En los casos más agudos la persona siente contrariedad para caminar, estar parado, o hacer alguna actividad.
¿Por qué me puede afectar de manera asidua los mareos cervicales?
El primer elemento a revisar es la falta de fuerza, debido a que la musculatura cervical no está preparada para satisfacer las demandas de posición y movimiento que exigen. Este es en otras palabras, un déficit neuromuscular de la musculatura profunda estabilizadora del cuello.
La alteración de la postura, un error de posición articular puede encontrarse en la diferencia del ángulo que hay entre la postura corregida y la postura natural de la cabeza, es por ello que se puede encontrar esta alteración en los trastornos asociados al latigazo cervical.
El posicionamiento de línea de hombros y cadera, o la caída del centro de gravedad ya se adelantada o atrasada. Una gestión inadecuada de la respiración, con poca alineación entre costillas y pelvis.
Excepcionalmente la aparición de costilla supranumeraria o costilla cervical, que se desarrolla a nivel de la última vértebra cervical. Esto debe valorarlo un fisioterapeuta o traumatólogo.
Patologías que frecuentemente se relacionan con estos mareos cervicales son la artritis en las vertebrales cervicales, la artrosis cervical, hernias discales y pinzamientos nerviosos producidos por dichas hernias. Otra de las causas menos comunes son los espasmos vasculares, derivados por el tabaquismo y/o el estrés.
¿Qué tratamiento debo seguir para el mareo cervical?
Ante los mareos cervicales la opción más valorada es el tratamiento de un fisioterapeuta, a través de las diferentes técnicas de masaje, terapia manual, punción seca, descarga muscular… sobre la zona cervical consigue liberar la musculatura, generando un alivio de la comprensión de la arteria vertebral y con ello los síntomas se ven mejorados.
De igual forma, en el grado que se permita comenzar con ejercicios de reeducación postural, que produzcan contracción y relajación de la musculatura del cuello serán beneficiosas para aliviar los dolores originados por los mareos cervicales. Es importante recordar que el cuerpo se posición por relación entre todas sus articulaciones, y una afección en un punto necesita de un trabajo accesorio por las demás, por ello, un entrenamiento de ejercicios físico habitual que ponga su diana en un cuerpo equilibrado es necesario. La respiración es un arma potentísima para restablecer la postura, y acompañada del movimiento o posiciones claves pueden mejorar la sintomatología del mareo cervical.
En menor medida la aplicación de calor, y cojines que rectifiquen la posición del cuello puede aliviar en casos donde la flexión de la columna cervical es la que origina el mareo cervical.
¿Cómo puedo prevenir los mareos cervicales?
El entrenamiento de los músculos estabilizadores son la mejor manera de corregir deficiencias posturales que pueden derivar en disfuncionalidades, como en este caso hablamos, de mareos cervicales originados por posiciones poco ergonómicas mantenidas durante tiempo prolongado.
La sinergia en el funcionamiento de los músculos estabilizadores de las escapulas liberará al cuello, dotando de mayor fortaleza a la espalda y consecuentemente provocará una expansión de los músculos pectorales. Los mareos cervicales se verán directamente beneficiados a gozar de mayor independencia los movimientos de cabeza y cuello, así como los movimientos de brazos y hombros, generando un movimiento más efectivo y reduciendo el riesgo de lesiones en la zona cervical que terminen provocando mareos.
¿La respiración puede aliviar los mareos cervicales?
La acción de respirar es la más repetida por cada ser humano, de ahí que cualquier disfuncionalidad obligue a plantear si hay alteraciones posturales para favorecer la respiración. Los mareos cervicales pueden estar relacionados con sobreuso de la respiración bucal, acompañada generalmente de una mandíbula adelantada.
La corrección de un patrón respiratorio puede ser un aspecto determinante ante los mareos cervicales, teniendo en cuenta que una respiración poco funcional genera una oxigenación menor, y por tanto, deficiencias en el manejo del estrés.