El espacio subacromial, una región anatómica crucial en el hombro, ha capturado la atención de profesionales de la salud debido a su asociación con diversas patologías, especialmente el dolor de hombro. En este artículo, exploraremos las principales causas de las afecciones relacionadas con el espacio subacromial, examinando cómo la postura y el ejercicio pueden influir en la salud de esta región anatómica. Además, se destacarán las conexiones con otras patologías.
El Espacio Subacromial: ¿Qué Es?
El espacio subacromial es una cavidad ubicada debajo del acromion, una prominencia ósea en la parte superior del omóplato. En esta área, se encuentran estructuras vitales como el tendón del músculo supraespinoso y la bursa subacromial, una bolsa llena de líquido que ayuda a reducir la fricción entre los tendones y las estructuras circundantes.
Cada individuo tiene ciertas variaciones anatómicas basadas en la genética que pueden afectar la anatomía del hombro, pero estas variaciones no están directamente vinculadas al espacio subacromial de manera específica. Por ejemplo, algunas personas pueden tener una morfología ósea que proporcione más espacio en el área subacromial, mientras que otros pueden tener una anatomía que predisponga a una menor distancia entre las estructuras en esta región.
Cuando se altera el equilibrio en el espacio subacromial, pueden surgir problemas. Sea o no sintomático la realidad es que la compresión de las estructuras dentro de este espacio es causa o resultado de reacciones que terminan reduciendo el rango de movimiento disponible y dolor en la articulación del hombro.
En momentos de dolor agudos el uso de ejercicios isométricos en rangos no comprometidos contribuyen a la reducción de la inflamación
El estrés biomecánico y de uso, como la postura con la que luchamos contra la fuerza de la gravedad, los movimientos repetitivos del brazo, y desequilibrios musculares contribuyen al desarrollo de problemas en el espacio subacromial, independientemente de las predisposiciones genéticas en la anatomía del hombro.
La Postura y su Influencia en el Espacio Subacromial
La postura juega un papel crucial en la salud del espacio subacromial. Al mantenernos en lucha constante contra la gravedad, adoptamos una posición ósea que determina la función muscular, y mecánicas de compresión y estrés en esta área exacerban el riesgo de desarrollar síndrome subacromial y dolor de hombro.
El «stack» o apilamiento entre la caja torácica y la pelvis juega un papel crucial en la postura y la alineación del cuerpo. Este concepto se refiere a la capacidad de mantener una posición vertical adecuada mediante la alineación de estas dos estructuras fundamentales. La posición de la caja torácica y la pelvis influye directamente en la disposición de otras partes del cuerpo, como el cuello, los hombros, la cadera, las rodillas y los pies.
Alcanzar el stack nos permitirá acceder a la respiración diafragmática, restaurar el equilibrio parasimpático-simpático, y poner la musculatura en función, corrigiendo compensaciones respiratorias y de movimiento que originan disfunciones y crean señales de dolor.
Ejercicio y la Fuerza de la Gravedad
El ejercicio terapéutico desempeña un papel crucial en la preservación de la salud del espacio subacromial. Al abordar la fuerza de la gravedad de manera efectiva, se pueden mejorar la postura y la función del hombro. La gravedad constantemente tira de nuestro cuerpo hacia abajo, y enfrentarse a esta fuerza requiere la activación coordinada de los músculos para mantener una postura adecuada.
Devolver la forma ovalada a la caja torácica se convierte en el reto tras haber promovido una respiración diafragmática. El ejercicio en posiciones y con referencias específicas para que la caja torácica permita el movimiento escapular rotacional ascendente y descendente es fundamental, previo a incidir en la musculatura específica que se ve comprometida, como pueden ser directamente el supraespinoso, el tendón del bíceps, o de forma indirecta el infraespinoso o los redondos. De hecho, insistir en ejercicios con gomas para el manguito rotador con una respiración accesoria y alta no provoca resultados positivos, en términos eficacia ni de eficiencia, más allá de las sensaciones durante el ejercicio y posterior a ellas.
Asimismo, la terapia manual y otras técnicas pasivas de fisioterapia pueden ofrecer una variedad de beneficios en el manejo de procesos agudos, contribuyendo a aliviar síntomas, mejorar la función y acelerar la recuperación.
Relación con Otras Patologías
La salud del espacio subacromial está interconectada con otras patologías del hombro, cuello, cadera… Entender que la compresión en un área determinada va a modificar completamente como las demás estructuras óseas se comportan es indispensable. La conexión entre la falta de movimiento, disfuncionalidad y estados de ánimo requiere de un abordaje integral.
Las escapulas aladas, una condición en la que las escápulas se encuentran atrapadas hacia afuera y hacia arriba, y no se deslizan correctamente por la pared torácica, pueden afectar la mecánica del espacio subacromial. Por ende, escapulas desalineadas pueden influir en la posición del hombro y vicerversa, aumentando la probabilidad de compresión en el espacio subacromial.
El dolor de hombro, a menudo asociado con síndrome subacromial, presenta desequilibrios musculares y las alteraciones posturales que son causa o efecto, creando un ciclo de incomodidad y limitación de movimiento. En procesos continuados de dolor puede convertirse en un hombro congelado.
Insistir en ejercicios con gomas para el manguito rotador con una respiración accesoria y alta no provoca resultados positivos, en términos eficacia ni de eficiencia, más allá de las sensaciones durante el ejercicio y posterior a ellas
De igual forma, esta alteración en la mecánica corporal, incluida la reducción del espacio subacromial, podría contribuir a la tensión muscular en la región cervical. La tensión muscular en el cuello puede desencadenar síntomas como mareos y vértigos.
Abordar las escapulas aladas y el dolor de hombro requiere un enfoque integral que considere la relación entre la postura y la mecánica del espacio subacromial. La fisioterapia activa, centrada en ejercicios específicos y la mejora de la postura, se vuelve esencial para abordar estas condiciones de manera efectiva.
El ejercicio isométrico un gran aliado
El ejercicio isométrico, que implica la contracción muscular sin un cambio apreciable en la longitud del músculo, puede ser beneficioso en las fases agudas por sus efectos analgésicos. Además, la contracción isométrica puede limitar el movimiento en la articulación y son efectivos para fortalecer los músculos estabilizadores alrededor de una articulación. Además permiten mantener la activación muscular y la fuerza, esencial para prevenir la atrofia muscular, y a su vez mejoran la circulación sanguínea local en el área afectada.
El espacio subacromial desempeña un papel vital en la salud del hombro, y su relación con la postura y el ejercicio es fundamental. La compresión en esta región puede surgir debido a desequilibrios musculares y quedar atrapados en determinadas posturas, lo que destaca la importancia de abordar estos aspectos en la fisioterapia. El ejercicio terapéutico, diseñado para fortalecer los músculos estabilizadores del hombro y mejorar la postura, se presenta como una herramienta esencial para prevenir y tratar problemas en el espacio subacromial.
Además, la conexión entre el espacio subacromial y otras patologías, como las escapulas aladas y el dolor de hombro, subraya la necesidad de un enfoque integral en la fisioterapia. Al considerar la interrelación de estas condiciones y personalizar la intervención según las necesidades individuales, se puede lograr una rehabilitación más efectiva y mejorar la calidad de vida de aquellos que sufren de problemas en el espacio subacromial y patologías asociadas.